La basílica es una de las tres grandes obras de la Tetrarquía. Las obras, iniciadas por Majencio en el año 308 n.e., fueron terminadas por Constantino, quien modificó la distribución interior y trasladó la fachada del este al sur sobre la Vía Sacra.
Era un conjunto impresionante con una cubierta totalmente abovedada, formada por tres bóvedas cilíndricas que cubrían la nave lateral norte. Se han perdido las tres bóvedas de arista de la nave central, cuyos arranques, todavía visibles, cubrían un espacio rectangular de 25 m x 60 m a una altura de 35 m. La cubierta se apoyaba en ocho gigantescas columnas corintias, una de las cuales se encuentra en la plaza de la basílica paleocristiana de Santa María la Mayor. El artesonado octogonal adosado a la bóveda estaba recubierto de mármol. Delante de los arcos de entrada se ven arranques de los pilares. A esta entrada original de la basílica se añadió otra, en tiempos de Constantino, en el lado que mira al Foro, frente al ábside, con lo que el edificio duplicó los ejes.
2 comentarios:
Es realmente espectacular. En la parte que da al foro quedan unas columnas de pórfido del atrio. Hay tanta maleza por allí, que suelen pasar desapercibidas. Saludos cordiales.
A la sombra de aquella construcción gigantesca y monumental, querido Francesc, me sentí pequeña; me impresionó sobremanera el artesonado de las bóvedas. Luego al contemplar los restos de la estatua colosal de Constantino en Campidoglio, aún más impactada quedé imaginándola en aquel emplazamiento.
Mil bicos.
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